Cerca de las once volvió a aumentar el calor. De regreso en casa, Michel se desnudó del todo antes de tumbarse. Durante las siguientes tres semanas, sus movimientos fueron muy restringidos. Podríamos imaginar que el pez, sacando de vez en cuadno la cabeza del agua para bloquear el al aire, percibiera durante unos segundos un mundo aéreo, completamente distinto ... , paradisíaco. Por supuesto, tendría que regresar enseguida a su universo de algas, dodne los peces se devoran. Pero durante unos segundos habría intuido un mundo diferente, un mundo perfecto: el nuestro.

Michel Houellebeck"las partículas elementales"

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